
Durante nuestra niñez, nuestros padres y hermanos expresaban sus opiniones sobre nosotros sin darse cuente del efecto que ástas generaban en nosotros. Nosotros nos creíamos lo que nos decían y vivíamos con el miedo que nos provocaban sus opiniones. Para ser más clara, muchas veces nos dicen: “Hacés todo mal”, “Ya estás grande para hacer tal o cual cosa”, “Tú no tienes capacidad para esto o aquello” etc… Y lamentablemente crecemos con esa idea y vivimos con miedo al triunfo, siempre fracasando como nos han “enseñado”…
Este acuerdo es muy difícil de romper y es posible que te lleve a realizar muchas cosas con el único fin de convencerte de que realmente eres incapaz. Pero un día alguien capta tu atención y con palabras te hace saber que no eres un tonto. Crees lo que esa persona dice y llegas a un nuevo acuerdo. Y el resultado es que dejas de sentirte o de actuar como un tonto. Se ha roto todo el hechizo sólo con la fuerza de las palabras.
Cuando eres impecable con tus palabras, te sientes bien, eres feliz y estás en paz.
Sé impecable con tus palabras. Utiliza tus palabras apropiadamente. Empléalas para compartir tu amor. Usa la magia empezando por ti. Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa, fantástica. Dite cuánto te amas. Utiliza las palabras para romper todos esos pequeños acuerdos que te hacen sufrir. Exparse mágicas palabras a todos los seres del planeta, alentándolos, diciéndoles lo mucho que valen destacando sus virtudes y engrandeciendo sus acciones, de esta manera también se construye un mundo con otro color…
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